Saúl Peña Rosas [i]
La otra ocasión fui a quejarme a la Comisión Federal de Electricidad por sus excesivas tarifas en el cobro de energía eléctrica, no me pareció justo lo que me estaban cobrando ya que la casa había estado deshabitada por más de medio año debido a un viaje que tuve que realizar al interior de la república. Mi sorpresa se dio cuando vi los recibos de luz y todos tenían aproximadamente la misma tarifa. Cómo era posible, si en siete meses yo había dejado la casa con el interruptor desconectado, entonces no entendía porqué me estaban cobrando ese lapso de tiempo como los meses anteriores.
Conforme pasaba el tiempo sentía cómo el coraje iba en aumento, así que tomé el auto y me dirigí hacia las oficinas de la CFE. Todo el camino iba pensando qué les iba decir y en qué tono, obviamente iba a alzar la voz y manotear, ya sentía las palabras atoradas en la garganta por no poder desahogarme de inmediato.
Iba preparando mentalmente, las posibles respuestas, ante los inverosímiles argumentos que el funcionario de la CFE seguramente diría. Me veía peleando con el guardia metiche que intentaría sacarme del lugar por armar un escándalo. Un momento de reflexión vino a mí en la pausa en un alto del semáforo. Pude darme cuenta que mis pensamientos se habían desbordado, por unos segundos me di cuenta de cómo imaginé cosas que realmente no habían sucedido ni iban de suceder. Únicamente estaban en mi mente, en esa película que yo había creado en mi cabeza; sin embargo, en mí interior estaban tan presentes, que ya hasta me sentía física y emocionalmente cansado.
Preocupado por lo que me había pasado, me obligué a escribir las siguientes líneas.
¿Alguna vez les ha pasado que no tienen el control de sus pensamientos? Es decir, que de repente imaginamos historias que se quedan en la mente o creemos en situaciones como si hubieran pasado pero que solo pasaron en nuestro interior. A veces son buenas y se les podrían llamar fantasías pero la gran mayoría no son agradables y llegan a ser delirios.
¿Les ha tocado ver personas que, sin conocerlas, ya su semblante nos dice que están tristes o enojadas? Regularmente pensamos que deben de estar pasando por un mal momento o tendrán algún problema que les agobia. Sin embargo, también puede ser que sean víctimas de sus propios pensamientos desbordados. Las causas pueden ser muchas pero algunas veces, estamos en un momento de predisposición por las malas experiencias que como recuerdos se quedan ahí en la mente de manera fija. Ese justo momento, cuando vamos imaginando cosas que en realidad no sucedieron o nunca sucederán pero estamos convencidos que sucedieron o van a suceder que las llegamos a sentir reales.
El “pensamiento desbordado» no es un término científico, pero dicen que es la manera en cómo podemos llamar a una serie de ideas o pensamientos descontrolados que pasan por la cabeza de una persona, le producen euforia, angustia, enojo, ira o tristeza, ya sea por traer al presente algún episodio del pasado que dejó una huella profunda, o por construir historias ficticias que oscilan entre la fantasía, el delirio y lo absurdo.
La realidad, es que la gran mayoría de las personas hemos pasado por una experiencia de este tipo. Sin embargo, no todas saben lidiar con este problema. Lo peligroso es cuando estos pensamientos desbordados pueden ser tan frecuentes e intensos que afectan seriamente la salud física y mental. En México, poco caso le hacemos a la salud mental e, igual que la salud física, es muy importante ir con un profesional, que nos atienda y nos ayude de manera periódica y no sólo cuando el problema explota.
Hacer caso a la salud mental, es reconocer que necesitamos ayuda, que hay alguien que ha estudiado para aliviar lo que nos molesta, los traumas, los miedos, las culpas o incluso problemas de tipo neurológico que erróneamente los interpretamos como un problema psicológico.
El trauma no es algo que ya pasó, éste se revive en forma de recuerdos angustiosos, recurrentes e involuntarios, provocando un gran malestar. En algunos casos pueden aparecer reacciones disociativas en las que perdemos incluso el contacto con la realidad.
En otras ocasiones la persona suele proyectarse en historias y personajes netamente imaginarios pero siente como real cada situación de dicha historia. El pensamiento obsesivo es invasivo y deteriora nuestra calidad de vida porque la mente es capaz de crear, de construir, y creer que es real, por ello el cuerpo reacciona tal y como si estuviera sucediendo.
Ojalá que todos nuestros pensamientos estuvieran relacionados con experiencias felices o satisfactorias; sin embargo, las otras, las desagradables, también son parte de nuestra vida y ocupan espacio en nuestra forma de ser y de comportarnos, son parte de nuestra historia, pasada, presente y futura.
A todos nos interesa la salud, pero la salud mental no ha sido nuestra prioridad, a veces por falta de recurso económico, porque igual que la salud física implica un costo, pero muchas otras porque preferimos negar que algo nos pasa y decidimos echarle la culpa a los otros de lo que somos.
En otros países la salud mental sí es parte de su plan de desarrollo y cuentan con presupuestos altos para que las instituciones públicas brinden ayuda, de manera gratuita, a la población. En México no le hacemos el mismo caso a la salud mental que a la salud física, y son igual de importantes. El presupuesto es escaso, aunque sí hay algunos espacios de atención psicológica desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con un Centro de Atención Telefónica, en el que sus operadores ofrecen atención a aquellas personas que estén pasando por un mal momento. Son seis líneas, las cuales operan con un horario de atención de lunes a viernes de ocho de la mañana a seis de la tarde, a través del número 56 22 22 88.
También Locatel ofrece el sistema de “Chat psicológico”, a través del cual brinda orientación, consejería y apoyo emocional en crisis, al número ya conocido 5556581111
Mientras decides si buscas ayuda o piensas qué tan grave es tu caso, aquí te van algunas recomendaciones que podrían serte de mucha utilidad.
Según la psicoterapeuta Elizabeth Peña Rosas, especialista en adolescentes, egresada de la UNAM, pensamientos desbordados se pueden parar realizando ejercicios de respiración, concentrándose en el aquí y el ahora.
Para esto es necesario ubicar un espacio medianamente tranquilo, sentarse en un lugar cómodo con los pies firmemente en el suelo, e intentar llevar todo el peso corporal hacia los pies, respirar profundamente y sacar el aire lentamente. Si los pensamientos siguen ahí, podemos utilizar otro recurso, recordando episodios agradables de nuestra vida, aquellos que nos hayan causado una gran satisfacción, alegría o felicidad. Esto puede ayudar a darle un giro a nuestros pensamientos y cambiar poco a poco la historia negativa que se alojo en nuestra cabeza.
La especialista sugiere hacer una lista de estos recuerdos sanos y agradables para que los tengamos como una especie de «catálogo de pensamientos positivos» que ayuden a contrarrestar esta situación. Agrega que es importante reconocer que nuestra calidad de vida también depende de nuestros pensamientos, de manera que, es un buen inicio reconocer pensamientos y conductas obsesivas para dar paso a la atención.
Finalmente, la terapeuta recomendó que cuando el problema es muy severo es urgente acudir con el especialista lo antes posible.
En mi caso, apliqué algunas de las técnicas recomendadas y ¿Saben en qué terminó mi reclamo a la Comisión Federal de Electricidad? Me atendió una señorita muy amable que me dio la razón. Aún no hacen el ajuste porque lleva su tiempo, pero estoy seguro de que habrá una solución favorable a mi persona. ¡Y yo que ya me veía! Peleando, gritando y quién sabe qué más.
[i] Saúl Peña Rosas es licenciado en Comunicación y Cultura por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Escritor de novela y cuento, actualmente incursiona en el mundo de la música con temas de su autoría.
Muy cierto la salud mental están importante como la salud física, pero para muchos es difícil pagar un psicólogo como una cita médica, hay un que hay instituciones donde brindar servicios gratuitos así como lo mencionas en tu relato. Pero hay personas que aunque tengan dinero o el servicio sea gratuito no acuden a atenderse porque para ellos es algo que se quitará así sin ayuda de un profesional.
Muy cierto lo que dices, existen personas que viven en la negación de sus problemas y no quieren atenderse. Sin embargo, creo que ya son más las que en algún momento de nuestra vida hemos acudido a un especialista.
Aplausos a quien así lo decida porque tendrá evidentemente otra óptica de vida.
😊✌🏽
Hola amigo del alma cómo estás, me gustó el relato, es verdad lo que escribiste, se relaciona con la melancolía está asociación era atribiuda en el pasado a personas tristes o estancadas en sus emociones, hoy se conoce como trastorno depresivo o ansiedad.
Vivimos ansiosos de un futuro incierto.
Saludos amigo.
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Woow, gracias por tu comentario tan atinado amigo, saludos cordiales
✌🏽😁
Hola Saúl!
Excelente tu relato.
Creo que todos en algún momento hemos pasado por ese tipo de situaciones, crearnos escenarios dramáticos, imaginando lo peor de la vida.
En lo personal he logrado hacer a un lado esos pensamientos negativos, uno con ayuda como bien lo mencionas y posteriormente haciendo un análisis de lo que pasa a mi alrededor y noto que todo está en nuestro ánimo y como la estemos pasando en ese momento (los pensamientos fantasiosos y divertidos a veces persisten jejeje!!).
Lo importante es aceptar que tenemos un problema, lo cual creo es lo más difícil.
Saludos!!
Felicidades!! este relato es muy acertado.
Gracias Ivetcita, considero que es importante ubicar estos pensamientos antes de que provoquen desorden en nuestra mente, porque a veces sólo nos generan angustia, enojado e incertidumbre.
Saludos cordiales ✌🏽😁
Me gusto, describes tal cual lo que pasamos en nuestras vidas diarias, nos adelantamos a los hechos y la realidad es todo lo contrario y ya hicimos corajes solo por lo que pensamos.
Así es Mayor, desgastamos nuestra energía en cosas que aún no suceden o no sucederán, y también recordando episodios de nuestra vida que a veces no son muy agradables, pero son como parte de nuestro yo nocivo y sin ellos perdemos identidad, tenemos miedo a dejarlos porque seríamos alguien totalmente diferentes y eso creo que nos da temor. 😅
A qué complicados somos.😂😂
Saludos Mayor tqm.
Es muy cierto mi buen Saúl, muchas veces nos adelantamos a los hechos sin haberlos vivido. Ahora que ya soy un poco mayor, me doy cuenta que discutir con las personas en cualquier situación, solo provoca mas enojo, molestia y decepción. Pero esa es la parte difícil, poder contenerse y pensar un poquito más. Como dices, somos complicados en muchas ocasiones y que no debería uno darse esos lujos, es poco el amor y desperdiciarlo en celos.. Saludos y felicidades por este
Gracias por tu comentario Agustín, efectivamente el reto es saber controlar nuestras emociones.
Saludos cordiales ✌🏽😁
Nuevamente muchas felicidades, estoy orgullosa de ti,ciertamente vivir esas angustias imaginando situaciones es devastador, desafortunadamente en México no existe la cultura de acudir con un psicoterapeta para tratar nuestro problemas emocionales, que si así fuera no habría enfermedades físicas, porque todas las enfermedades físicas son provocadas por la mente hasta el cáncer.
Gracias por tu comentario, siempre es interesante la opinión de alguien que sabe cómo tratar está problemática a nivel médico.
Tqm
Muy interesante su relato mi lic y la mente es muy traicionera a mi me a pasado y el discutir con otras personas y no nos den la razón me enoja más por que queremos escuchar que tenemos la razón y no es así es una emoción que aveces no controlamos
Gracias señora Ale, muy atinado su comentario ✌🏽😁
Saludos cordiales
Hola ,
Veo su sitio web http://www.imagen99.mx y es increíble. Me pregunto si las opciones de publicidad como publicación de invitados o contenido de anuncios están disponibles en su sitio.
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Salud
scarlet anderson